lunes, 19 de mayo de 2008

Para empezar: Tarjetas departamentales y de casas comerciales

Recuerda que la tarjeta de crédito es un instrumento financiero que representa una responsabilidad. Sólo debe solicitarse y utilizarse teniendo la liquidez económica necesaria para hacer frente a los pagos que ésta requiere. No es un juguete, no es dinero adicional ni es una extensión de tu sueldo. Es una responsabilidad.

En ocasiones, obtener una tarjeta de crédito resulta toda una odisea, más aún, cuando es la primera tarjeta que solicitas, y la situación empeora si perteneces a un segmento considerado riesgoso, como lo son estudiantes (principalmente de entre 18 y 23 años de edad), amas de casa o trabajador independiente.

En éstos casos, además de aprobación garantizada, existe otra alternativa que pudiera resultarte de gran utilidad. Esta alternativa es solicitar alguna tarjeta departamental, de ésta manera, comenzarás a generar un historial crediticio, mismo que, de ser positivo, te permitirá en un futuro aspirar a otras alternativas mejores de financiamiento.

¿Cuáles son las éstas tarjetas? En México, algunas alternativas serían:
  • Tarjeta Wal Mart (Operada por Bancomer)
  • Tarjeta Comercial Mexicana (Operada por Banamex)
  • Tarjeta Palacio de Hierro/Sears/Liverpool*
Estas son algunas de las alternativas que puedes tener en mente. En el caso de la tarjeta Wal Mart, así como las de Palacio de Hierro, Sears y Liverpool, sólo podrás utilizarlas para comprar en tiendas pertenecientes a su grupo.

En el caso de la tarjeta Comercial Mexicana y Coppel, éstas se encuentran afiliadas a Visa, lo que significa que podrás utilizarlas en cualquier comercio que reciba tarjetas de crédito Visa (o sea, la mayoría).

Ahora bien, la principal ventaja de éstas tarjetas es que pueden ser tu puerta de entrada al mundo del crédito. La tarjeta de crédito Wal Mart, por ejemplo, no requiere que compruebes ingresos. Es probable que no te de un crédito muy elevado (no más de $2000) pero, de alguna manera, te permitirá ingresar al buró de crédito. Eso sí, trata de gastar sólo lo que puedes pagar, y aunque la tentación sea grande, no la utilices para financiarte, al principio, trata de utilizarla únicamente como medio de pago, o sea:

EJEMPLO 1
Tengo en mi presupuesto $1,000 en efectivo que voy a gastar en despensa.
Entonces, en lugar de pagar la despensa con esos mil pesos, la pago con la tarjeta de crédito de Wal Mart. Pero esos $1,000 en efectivo NO ME LOS GASTO. Los guardo, y en cuanto llegue mi fecha de corte, liquido el saldo de mi tarjeta, de ésta manera no estoy pagando intereses y estoy generando historial crediticio.

EJEMPLO 2
Me dieron mi tarjeta de crédito de Palacio de Hierro. Éste mes tengo $2,600 para comprarme ropa y accesorios. Ví un bonito reloj en Palacio de Hierro que cuesta $1,800. Bien, pues lo pago con mi tarjeta PH y guardo esos $1,800. Puedo gastar $800 que quedaron y los otros mil ochocientos los utilizo para pagar mi tarjeta al corte.

EJEMPLO 3
Tienes una tarjeta de crédito Comercial Mexicana que está avalada por VISA. Y tus gastos del mes son:

Gas: $350
Teléfono: $400
Despensa: $2,100
Celular: $450
Gasolina: $300
Cine: $420
Restaurantes: $1,500
Luz: $380

TOTAL: $5,900
GANAS AL MES: $10,200

De todos éstos gastos ¿cuáles puedo pagar con la tarjeta de crédito? podría pagar el teléfono, la despensa, el celular, el cine y los restaurantes. Entonces, así lo hago, pago eso con la tarjeta de crédito, y como ese dinero lo tenía en efectivo lo guardo. Al llegar el corte, voy y pago el total de mi deuda a la tarjeta de crédito. Es cierto que no me estará financiando (aparentemente), pero estoy generando un buen historial crediticio, no estoy pagando intereses y estoy facilitando el control de mis gastos.

Si manejas debidamente cualquiera de esas tarjetas, al cabo de 6 meses o 1 año, podrás solicitar alguna tarjeta bancaria, que posiblemente obtendrás, dado que ya cuentas con un buen historial crediticio. Eso sí, antes de tramitar cualquiera de esas tarjetas, verifica las comisiones, condiciones y demás aspectos que deban valorarse. Investiga bien el tiempo que tienes para pagar sin generar intereses, los beneficios que te otorga cada una de las tarjetas y analiza si realmente puede ser útil para tí. De lo contrario podría convertirse en un problema.

No tiene caso que tramites una tarjeta de crédito de Liverpool si tu ropa siempre la has comprado en Suburbia o viceversa.

No hay comentarios.: